El origen del brownie es un tanto incierto, pero se cree que este delicioso postre nació en los Estados Unidos a finales del siglo XIX. La leyenda más popular cuenta que un chef de Chicago, mientras preparaba un pastel de chocolate, olvidó añadir levadura a la masa, lo que resultó en un bizcocho más denso y bajo, pero sorprendentemente sabroso. Este error fortuito dio lugar al nacimiento del brownie tal como lo conocemos hoy.
El brownie se popularizó rápidamente, y la primera receta oficial apareció en 1896 en el libro de cocina "The Boston Cooking-School Cook Book" de Fannie Merritt Farmer, aunque su versión era más parecida a un blondie (un brownie sin cacao) que a lo que hoy consideramos un brownie clásico.
El brownie comenzó a evolucionar y, a lo largo de los años, se han desarrollado innumerables versiones, desde el clásico brownie de chocolate negro hasta variantes con nueces, caramelo, frutas, y más. Hoy en día, es uno de los postres más queridos en todo el mundo, apreciado por su textura densa y su intenso sabor a chocolate.
Ya sea servido solo, con una bola de helado, o acompañado de una taza de café, el brownie ha conquistado paladares y ha asegurado su lugar como un clásico en la repostería internacional. Su popularidad sigue creciendo, y las nuevas generaciones continúan encontrando formas creativas de reinventar este icónico postre.